Primero llegó Facebook, ansioso por ofrecer miles de visualizaciones a las marcas, implementando el autoplay que tantas quejas trajo a los usuarios de esta red que vieron como sus datos móviles eran consumidos a gran velocidad. De esta forma (y modificando su propio algoritmo) Facebook consiguió que los vídeos alojados por los usuarios en su red tuvieran un espectacular crecimiento y de hecho ya hablan de 3 mil millones de reproducciones de vídeos al día en esta plataforma.
Twitter vio el éxito de esta estrategia e implementó el vídeo nativo dentro de los feeds de sus usuarios. No solo por medio de su red de microvlogging: Vine, sino mediante una plataforma propia, pero no solo eso, sino que Twitter está empezando a experimentar con el autoplay.
Tras los movimientos de estas redes que están arrebatando la distribución social de los vídeos a Youtube, la plataforma de Google ha decidido implementar por defecto el autoplay en su versión de escritorio. De esta forma esperan inflar el número de reproducciones y poder ofrecer cifras más jugosas a las empresas.
El autoplay de Youtube funciona de forma diferente al de Facebook, dando 10 segundos de respiro al usuario entre un vídeo y el siguiente; por lo que de primeras no se trata de la reproducción en bucle de un solo vídeo, sino de la reproducción de vídeos relacionados y de interés para el usuario basado en su historial e intereses. Además esta función de autoplay es fácilmente desactivable, no como ocurre en Facebook y -previsiblemente- en Twitter.
Sin embargo, este movimiento solo le permitirá a Youtube inflar sus cifras, pero no recuperar la distribución social del vídeo. Los cambios de Facebook en su algoritmo (ver link del primer párrafo) que dan prioridad a los vídeos alojados en Facebook sobre los vídeos de Youtube, han sido muy efectivos y han provocado un gran incremento de vídeos nativos compartidos en Facebook en detrimento de los vídeos de Youtube.
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